Un Viaje... (Nada que ver con el disco de la gira de los XV años de Cafe Tacvba)

Llegué por mi propio pie, lo juro, nadie me obligó ni fui amenazado. Subí las mal iluminadas escaleras y peldaño a peldaño iba incrementandose mi ansiedad. Chuy, un amigo conocido del Cafe internet al que voy, nos invitó a tomar unas cervezas. Por la hora yo solo acepté tomar una y me aproveché de Mena, otro buen amigo, que no se iba a quedar mucho tiempo tampoco. La dirección no era clara, enfrente de Goray. ¡Claro! Goray... ¿Que demonios es Goray? He de aclarar que al no ser de aquí algunos lugares que la gente conoce casi por tradición, mas que por instinto, para mi son totalmente desconocidos. Vamos, he llegado a confundir la casa del cerro con el museo de la revolución, ahi donde el Dr. Terán Lira ofrece su dieta del platano. Total, que ya despues al ir caminando recorde que era una tienda de bicicletas. lo peor era la ubicación, a media cuadra del mercado de Gómez, por la avenida allende. Para el que conoce Gómez por ahi hay varios "bares" de dudosa respetabilidad... seamos sinceros, cantinas de mala muerte, billares donde el mas gallito en el Carambolas o el Buchacas no tiene oportunidad ante tanto coyote jugando... Nuestro destino era El Tropicana. Nomas de oir el nombre me dio un escalofrio. Por el tipo de música, mas que nada... Pero lo de la musica no fue lo peor...

Como dije, las escaleras estaban mal iluminadas, la playera de Mena se iluminó de azul, señal inequivoca de luz negra, cosa nada rara en un lugar asi. Llegamos por fin al segundo piso. Dimos vuelta a la derecha, a un cuarto, sí, un cuarto. La musica era como me la imagine, cumbias, malditas cumbias. Con lo que no contaba era que estaba, como decía Jacques Cousteau, pisando terreno inexplorado. Mis ojos estaban atónitos. Una marea de cachuchas en extraña cadencia. El humo formando figuras psicodelicas con la luz negra y las luciernagas naranjas. Más botellas y vasos con cerveza en las manos que en las mesas, las cuales eran pocas. Las mesas. El nuevo terreno que exploraba estaba habitado, machos y hembras. Las chicas ninguna sobrepasaba los 16 años, los tipos ninguno era menor de 20Lo interesante eran sus ropas, ellas vestian ropas diminutas, ellos al contrario, pantalones en donde en una sola pierna cabian el portador y su acompañante y podian hacer dentro y sin falta de espacio lo que enfrente de todos estaban haciendo. Yo se que en este momento han de decir, "No mames, como si nunca hubieras ido a una disco". O "¿Qué nunca habias visto cholos bailando?" A lo cual yo responderé: No, a la primera pregunta. Nunca tantos juntos, a la segunda. Mi cara era de acojone total (usando frases andaluces), tanto que Chuy se me quedó viendo raro, no se si porque el ya iba adelantado en lo de las cervezas o porque mi cara se veia mas rara de lo normal con las luces del lugar. Juan Carlos me dijo, " ah, pues tu eres de los que no sale del Bizantinos", hasta Mena se rió. Aclarando, Mena es un chavo que da la imagen de niño bien portado, cada quien sus perversiones. Otra aclaración es que Bizantinos no lo conozco y aunque se que ya lo cerraron es un lugar al que no me hubiera gustado ir. De la barra nos pasamos a la cabina del DJ, el cual tenia sus discos muy bien acomodados, entre cartones de cerveza pero bien acomodados. Nos pasamos haciendo rollitos de cinta para pegar unas fotos en la pared de la cabina, nos tomamos unas fotos, hicimos analisis de las capacidades de las camaras digitales mientras Mena seguia preocupado por la subasta de una camara en Internet. Bueno, realmente le preocupaba como iba a salir de ahi. Pero no lo decia, y yo tampoco decia que tambien estaba preocupado por lo mismo. Juan Carlos fue designado para ir por el carton, se fue acompañado de uno de los cuates de seguridad, que, con seguridad, nomas lo acompaño hasta la puerta. Regreso Juan Carlos advirtiendo en voz muuuuy baja que la mitad del carton era XX lager frias y que la otra mitad que eran cartas estaban calientes. tan baja que nomas el oyó. Mena no se quiso acabar su Lager, y yo me ejecute la carta con destreza. Y con un poco de asco, la infeliz no estaba caliente, pero ni al tiempo estaba. Por fin, nos decidimos a salir. Mena y yo nos despedimos de la banda, y bajamos las escaleras rapido pero tratando de atinarle a los escalones y no a los tipos que ahi estaban tirados. El aire se volvio respirable de nuevo, Mena queria irse por donde habia mas "bares", quizas queria entrar a otro, yo busque la salida mas facil o mas segura, nos dirijimos al mercado, dimos vuelta pasamos por Coppel, y emprendimos la graciosa huida con mas tranquilidad. Mena se quedo en su casa. Yo me retire a casa a seguirla con la banda, pero al dar la vuelta a la siguiente esquina senti que la calle se expandia, me dije, "oh, soy el elegido, La matrix es mia por fin..." ni madres, la mendiga cheve cachonda me pego como si me hubiera recetado yo solo el carton. Recuerdo que llegue con mis compas i no me la acabe con la carrilla. Al dia siguiente, Mena como si nada, Claro, nomas se tomo la mitad de una. Juan Carlos andaba crudo, se éjecuto 5 gorditas de rajas como si fuera agua, al rato unos churros con salsa, perdon una bolsa de salsa con churros. En mi caso, como si nada, pero con la mala experiencia de marearme con una cheve... (ya me habia pasado con dos tragos de caguama pero esa, esa es otra historia)

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